viernes, 8 de octubre de 2010

El ser.

Estoy algo obsesionado con la esencia de las personas y/o cosas, eso que los define como tales, lo que hace que una mesa sea una mesa y no una piedra o parte del océano. Lo que hace que uno sea uno y no parte de una manada. Específicamente la gente auténtica, la gente real que tanto escasea en estos días, donde todos son piezas intercambiables y reemplazables, simples dobles para la película que vivimos a diario, encontrar a ese único actor que puede hacer el papel exclusivo es la obsesión que me mantiene la mente ocupada este último tiempo, ver qué tan real es la persona, qué tan auténtica puede ser una banda musical, qué tan de corazón puede estar haciendo algo alguien y no simplemente por un fin superfluo. Admito que esta obsesión llena mi forma de mirar el mundo actualmente y espero no se convierta en condicionante, aunque creo sería el condicionante más sensato.

1 comentario:

  1. Hace tanto que no leía una entrada con este estilo, tan personal, con tanta esencia! me gustó :)
    me recordaste a mi antiguo blog :P
    Besitos!

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