domingo, 22 de enero de 2012

efectos colaterales de la luna llena #3

le damos color ah? le damos color por todo, nos creemos esta hueá como que fuera real, porque tiene que ser real po! cómo no va a serlo, onda toda la vida que vivo, las amistades, las costumbres, las cosas que veo o conozco, TODO debe ser real porque o si no cómo? pero esos caldos de cabeza, esas excepciones a la regla dicen lo contrario po, nos muestran que en realidad toda la mierda que conocemos no es más que una de infinitas miradas a lo inmirable, lo inimaginable, eso que en ninguna cabeza entra por más que tratemos, porque sólo somos una miserable perspectiva, una miserable interpretación de lo que aparece en nuestro presente, lo que miramos, olemos, escuchamos desde nuestra única perspectiva. Y a veces ni eso, sólo perspectivas ajenas, prejuicios sobre cualquier cosa. Vidas ajenas a lo que podríamos conocer. Evitando lo malo evitamos vivir. Ahora la tele nos arma la vida y ni el diccionario le gana (el diccionario que dice toballa y olorosar) y no dudamos de nada. Lo que nos comentan lo escuchamos como verdad absoluta, como si la verdad existiera, como si esto fuera verdad.