miércoles, 18 de agosto de 2010

Manifiesto de agosto

Siempre he pensado que el fin último de todo ser humano sensato que busque la armonía en su vida tiende a apuntar finalmente a un pensamiento libertario, despojándose de toda ideología política las que a su vez una vez creadas de forma intelectual, al llevarlas a la práctica se vieron ensuciadas por la imperfección humana, ensuciando cuanto ismo ha sido creado con motivaciones personales de unos pocos que la gran masa sigue e imita. La armonía o equilibrio sería el fin último en la búsqueda de un tipo de respuesta en la vida de todo ser humano sensato, ni muy muy ni poco poco, ni muy apasionado ni muy frío, ni muy bueno ni muy malvado, ni muy blanco ni muy negro. En el equilibrio se encuentra lo más cercano a verdad que pueda asegurar una persona como individuo (recordando que no existe la verdad absoluta pensando que cada persona tiene su propia verdad y una normalidad se condiciona en base a aceptaciones sociales por personas individuales y acuerdos en común) es por esto que pensar en ideas libertarias sería el fin último de la evolución del pensamiento, no respetar fronteras territoriales impuestas por humanos como uno, no respetar propiedad privada que motive el consumismo, no porque el consumismo sea malo, si no porque fomenta la acumulación de bienes materiales, qué tiene de malo acumular bienes materiales se preguntará cualquier persona curiosa, el problema es que la sensación de seguridad que genera un bien material es superflua, y los distribuidores de estos bienes les conviene mantener la creencia que sólo obteniendo estos bienes se logrará una buscada seguridad, llenando así espacios vacíos pero físicos, dejando la parte esencial de lado, siendo esta la más importante y principal, la causa de todo efecto y/o reacción en cada persona, la esencia del ser humano no se llena con bienes materiales, muy por el contrario, el apego a lo material genera miedos y con esos miedos nos controlan quienes deseen hacerlo. El miedo es el enemigo natural de la libertad, el miedo a la soledad mueve al ser humano a cometer desde pequeños errores hasta las mayores atrocidades, el miedo al rechazo, a ser diferentes, a no pertenecer a algo nos obliga a convertirnos en un producto en serie amoldable y sumiso, que no se cuestiona qué está pasando ni por qué, cuando soltamos estos miedos no tememos no pertenecer a algo, no le tememos a ningún dios castigador que nos impida vivir la única vida terrenal que conocemos, no le tememos al rechazo que es el mayor miedo del ser humano y que condiciona sus actos de manera inconsciente e inherente a cada uno de nosotros como especie. Confiar en la anarquía como la real forma de vida sin miedo a evolucionar y ver a cada persona como eso: persona antes que sexo, raza, religión o cultura que haya adoptado en su crecimiento y con la única premisa de no hacer al otro lo que no quiero que me hagan, transversal en todas las religiones o culturas existentes, distintas palabras pero misma esencia, respetando al planeta como entidad viva de la que somos parte. Si cada uno de nosotrxs olvidara un poco lo que nos han impuesto* de por vida y soltara esos miedos que nos heredan inconscientemente este mundo sería quizá un poco mejor, en todo sentido.

*¿Ha pensado alguna vez en la esencia de la palabra Impuesto?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Moscas

De chico siempre he pensado cuál es la función en este mudo de las moscas, en una cadena evolutiva no me explicaba por qué no se habían extinguido siendo que no cumplen ninguna función favorable a nada, pero hoy un rayo atravesó mi cerebro iluminándome de conocimiento y llegué a la conclusión que estos pequeños insectos no sólo vienen a volar cerca de nuestro oído mientras dormimos. Las moscas cumplen el último proceso de transformación de la materia, desecho natural en su última instancia. Son las que se revuelcan en la mierda y de esta hacen su propia mierda, de la basura menos utilizable para cualquier especie, la mosca hace uso y la convierte en su propio metano para ser enviada a la base de datos de átomos y moléculas de donde quiera que se guarden para volver a ser utilizados como buena materia que son, como quemar basura pero sin enviarla convertida en CO2 al espacio. El último ciclo de algún ciclo si es que estamos en un gran ciclo.