Un sujeto A volado en marihuana comienza su rutina normal, lee un poco, come algo, toca música, dibuja otro poco, sale a caminar, hasta ahí muy bien, pero para el sujeto B "sobrio" el sujeto A no terminó su lectura, ni su música, ni sus dibujos ni nada.
La rutina del diario vivir para el sujeto A es guiada por su interés del momento, hace algo hasta que ya no quiere hacerlo y hace otra cosa, hace lo que siente que debe hacer, vive en el presente y se despreocupa de otras cosas.
Veamos esto en otro ámbito, el mismo sujeto A lleva a cabo un diálogo con C, ambos en marihuana, de un tema rápidamente pasan a otro y pocas veces retoman el tema anterior, pero el nuevo tema se vuelve tanto o más interesante por lo que no existe la necesidad de volver. Esto mismo podemos encontrarlo en otro contexto: el surrealismo. De un punto se pasa a otro sin reparar en un esquema previo, se mantiene un tiempo presente constante, donde el pasado y el futuro son exclusivos del "mundo real" donde todo tiende a morir.
Entonces entendiendo en parte el proceso de temporalidad que se utiliza, se comprende que viviendo el presente llenamos expectativas presentes manteniendo el control de nuestras expectativas.
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